viernes, 5 de junio de 2015

Público (minificción dedicada a los "funcionarios" públicos que no funcionan)

Una vez desocupado, volvió a la sala.  Allí lo esperaba la misma persona a quien a primera hora le dijo que esperara.

─¿Me atenderá?

─Por supuesto.  Sígame ─pero apenas avanzaron, lo abordó una asistente, quien le hizo señas de un imprevisto.

─Un segundo, señor.  Espere aquí, por favor.

Se hizo mediodía.  Todos comieron e hicieron la siesta.  Había modorra en los rostros de los deambulantes.

A la una se topó de nuevo con la camisa de flores arrugadas del mismo señor, justo en el pasillo donde lo había dejado.

─Por favor, disculpe.  Así es este trabajo.  Venga conmigo.

Doblaron al final a la derecha y pararon ante una puerta ladeada por dos pares de sillas de espera.

─Este es mi despacho.  Por favor, tome asiento que al momento lo atiendo.

Dieron las tres.  Un señor y señora, que también esperaban, pasaron al despacho.  Los atendió cordialmente; los acompañó hasta la puerta y los despidió, señalándoles el camino.  Miró al hombre de flores arrugadas y le sonrió con amplitud.

─Casi listos.  Ya voy con usted ─le dijo mientras de nuevo se internaba en la oficina.

Sonó el teléfono.  Contestó.  Sonó de nuevo y volvió a contestar, y tuvo que salir casi corriendo.

─Sabrá usted perdonarme.  Debo apersonarme en el piso 3 por causa de otro imponderado.  No tardo, amigo mío.

A las cinco menos cuarto regresó, impecable el traje, borrando elegantemente con un pañuelo las huellas de algún posible estrés.  Cuando miró la soledad de sus asientos de espera, recordó al don de la camisa floreada.

─¡Ah, Sr. Guzmán, tiene que dispensarme! ─dijo en voz alta, mirando en todas las direcciones, imaginando que podría estar cerca tomando agua o ladeado en algún rincón─.  ¿Dónde está?  He regresado.  Por favor, venga, pase adelante, que ya casi no vamos.

Al entrar a su despacho, mientras abría la puerta, lo acompañó la vaga impresión ─¡tardía!─ de no haber visto el hacha para incendios entre la caja de emergencia del pasillo.

--
Oscar J. Camero / Sígueme en @animalpolis / Más: Perfil Google

No hay comentarios:

Publicar un comentario

El presente es un blog para hablar de problemas que querramos resolver, para ayudar con la exposición de nuestros casos. Por favor, ten responsabilidad social al comentar. Los comentarios ofensivos e inútiles al fin serán borrados. Gracias.