martes, 22 de julio de 2014

Una vieja SUNAVI que se va... Se realiza inspección en el edificio Imperial

Gratamente sorprendidos, los arrendatarios del edificio Imperial, recibieron hoy, hora de la mañana avanzada,  la visita de una Inspectora del área de Inspección y Fiscalización de la SUNAVI, ciudadana Massiel López.  Simultáneamente, además, reciben respuesta por intermedio de este blog del Coordinador de Inspección y Fiscalización de la SUNAVI, ciudadano Jesiel Reyes, como puede leerse en los comentarios de la entrada titulada “SUNAVI, expediente CJFI-0025 (edificios viejos): de cómo la burocracia es contrarrevolucionaria y coletea el alma venezolana, Sr. José Rafael Jiménez Villasana”.

La sorpresa procede del hecho de que parecía inconcebible que la SUNAVI realizase inspecciones.  ¡Casi tres años con un expediente ante la SUNAVI (otro que cursa el inmueble, del depatamento de Sanciones, el DS 121-09-12), completamente sin respuesta, concebido para sancionar al propietario por, entre otras razones, habilitar la azotea para alquiler!  ¿Quién podría esperar una respuesta tan rápida tomando en cuenta que los arrendatarios apenas alzaron la queja ante la institución hace apenas unos días.  Continúe leyendo.

La inspectora oyó todo el relató sobre la problemática del edificio imperial de boca de los mismos arrendatarios, visitados en sus respectivos apartamentos.  Inspeccionó y fotografió pasillos, apartamentos, ascensor, bajante, espacios comunes, azotea y fachadas del inmueble.  Conversó largamente con los inquilinos.

Básicamente se le expuso y demostró in situ o con documentación fidedigna:

  • que el edificio fue construido en 1955 y no en 1989, como declaró el dueño ante la SUNAVI para embaucar a los arrendatarios con ofertas de compra venta forjadas (ver Permiso de Construcción 1 y Permiso de Construcción 2).  Se le consignaron estos recaudos.
  • que el edificio fue habitado a finales del mismo año (ver la orden de Habitalidad).  Se le consignó este recaudo.
  • que al edificio le fue quitado por el propietario el cuarto de basura del bajante para edificar en su lugar un negocio clandestino de invite y azar, ubicado en planta baja.  Los inquilinos deben, en consecuencia, embolsar su basura y perseguir un contaigner de la basura a lo largo de la avenida Baralt para depositarla (ver Imagen 1, imagen 2, espacio común de la planta baja, frente al ascensor,  donde se coloca la basura cuando no es posible tirarla en la calle).  Hecho verificado in situ por la inspectora y consignado también en fotografías.
  • que el propietario improvisó, muy chapuceramente, debajo del tanque de agua comunal de la azotea una vivienda para alquilar (ver Imagen 1, Imagen 2, Imagen 3).  Imágenes consignadas a la funcionaria.
  • que el edificio no recibe mantenimiento y que el propietario mantiene una relación laboral con una conserje a quien no le cancela su pago a tiempo, no le provee los insumos para que trabaje, obteniéndose el siguiente  cuadro final:  en el edficio no se recibe correspondecia, no hay su distribución, no existe un trabajo de limpieza por piso y detallado, no hay botes adecuados de basura, la bomba de agua falla a diario y es de operación manual, hay bajones electrícos porque el mismo dueño se roba la electricidad para su local clandestino.  La funcionario hizo el recorrido y constató parto de lo referido.
  • que el edificio está requerido de reparaciones mayores, especialmente en las fachadas, donde las “conchas” de frisado se despegan y caen a la acera pública, pudiendo herir a un transeúnte (ver Imagen 1).  Verificado in situ por la funcionario; se le consignaron fotografías y ella misma fotografió.

La inspectora se retiró del lugar con los recaudos mencionados, llenando las formas requeridas para su informe e invitando a los arrendatarios a acudir el día de mañana en la mañana a la SUNAVI para conversar con sus superiores y exponer el problema nuevamente.

Por otro lado, como se adelantó al prncipio, se recibió respuesta en el blog del Coordinador de Inspección y Fiscalización de la SUNAVI, Jesiel Reyes, quien manisfestó formar parte de una nueva directiva que recibía una SUNAVI plagada de clientelismo, corruptela, poco menos que una pulpería, con toda seguridad la causa de que hechos como los que afectan al edifico Imperial no hayan trascendido en  la institución en su forma de denuncia, así como el encoframiento del expediente de Consultoría Jurídica CJFI-0025.  Recuérdese que dicho expediente ha debido tener decisión para el momento de vencimiento de la providencia administrativa Gaceta Oficial 40.382.

Su propuesta de establecer responsabilidades con nombre y apellido sobre los funcionarios inoperantes, causantes de los desmadres, y de que se considera que ellos forman una directiva que apenas inicia funciones, muy ocupada en la actualidad luchando contra entuertos internos hallados en la institución, acciones de sabotaje,  no relacionados en su génesis institucional con las demandas del edifico Imperial, fue discutida entre los arrendatarios de manerá informal.  Se decidió acudir a la cita, oír y hablar, y dar un voto de confianza a una nueva directiva si las impresiones recibidas en el día de mañana así lo ameritaban.  Por lo pronto, ya en un día de reclamo, se ha recibido una inspección, hecho de difícil ocurrencia en dos años.

En cuanto a los responsables por departamentos de la vieja SUNAVI, la anterior al 3 de junio de 2014, parra tomar como hito la sugerencia diferenciadora de lo viejo y lo nuevo del coordinador Jesiel Reyes, se publica publica a continuación nombre de funcionarios implicados en la vergüenza burocrática e institucional del represamiento de los expedientes del edificio Imperial:

(1) Expediente DS 121-09-12 (de origen en Sanciones, finalmente “encunetado en Consultoría Jurídica), un documento que ya se encamina a los 3 años.

  • Quien estuvo como director en Sanciones antes que Maurizio Cirrottola:  el expediene cumplió año allí.  Se hace la salvedad acá del Dr. Hassam, quien con gran responsabilidad llevaba nuestro caso, hasta que se fue.  Luego de él fue que advinó el calvario dígase “imperial”.
  • Félix Medina, el consultor jurídico que jamás le dio curso.  Ahora que ya no es directivo, es el decir de los vecinos preguntarle por dicho expediente, para descubrir algo del misterio.
  • La superintendente Ana Marina Rodríguez, a quien se le dirigieron todos los oficios con atención a los demás departamentos.  Suponemos que jamás miró uno, en una olímpica actitud de omisión de patria.  14 familias tiene el edificio Imperial y hay como 8 mil en la misma condición.  Sáquese la cuenta si no miró los oficios pongase que 50 de ellos.

(2) Expediente CJFI-0025, de origen en Consultoría Jurídica, presentado el 15 de mayo de 2014 y del cual se esperaba decisión para el 27 de junio, fecha de vencimiento del plazo dado a los propietarios para que vendan sus inmuebles con más de 20 años en arriendo.

  • Félix Medina, el consultor, o quien estuvo inmediatamente anterior a la actual Anais (ya se completarán los apellidos)
  • Milagros Quiles, la Coordinadora de Inspección y Fiscalización, a quien hay que suponer incursa en desatención porque debió ser su departamento el que realizara lo que el actual ya realizó en el día de hoy:  una inspección in situ.
  • La superintendente Ana Marina Rodríguez.

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